Explora el mágico camino hacia la ascensión espiritual de la Diosa del Fuego. Conecta con tu esencia divina a través de la naturaleza y rituales sagrados

¡Wow, wow, wow! Despertar con vista a la montaña ha sido simplemente mágico. Siendo y sintiendo a esa diosa de fuego en medio de un suave y cálido frío, amando el beso de un viento suave y amoroso en su rostro. Subirse al carro y experimentar nuevamente el camino la emocionaba. Esta diosa estaba lista para nuevas aventuras, en busca de la roca de la Ascensión.
Camino hacia un nuevo rumbo, guiada por la intuición que la llevó a una familia de árboles, que le dictaba escrituras del ser. Se redescubría a través de esos escritos: una madre, una puta, una diosa. Y amaba todas sus facetas, tan puras, tan santas y tan diablas al mismo tiempo. Cada día se enamoraba más de sí misma. Sabía que estaba en el camino correcto, ascendiendo, conociéndose mientras conocía a otros.
El camino se volvía, cada vez más, un camino de servicio. Estaba sostenida por los abuelos, portadores de miles y miles de años de sabiduría, que le transmitían todo ese conocimiento. Montó su altar y comenzó a rezar, simplemente a rezar. Se abría caminos a sí misma, pero sabía que era algo mucho mayor. Una fuerza divina le estaba abriendo el camino dorado y dulce, y ella decidió confiar.
Por fin comprendió el llamado: pausar, sentir, escuchar. Su vida, a partir de ese momento, se transformó. Los milagros diarios parecían sacados de un cuento de hadas, donde la magia era el ingrediente principal. Sentía cada vez más fuerte el deseo de escribir. La naturaleza y sus días mismos la inspiraban, pues veía más allá de sus ojos físicos, y todo se convertía en una metáfora llena de mensajes que debía compartir con el mundo.
Continuará…